lunes, 7 de diciembre de 2009

INMACULADA CONCEPCION DE LA SANTISIMA VIRGEN MARIA





Bendito sea Dios, 
Padre de nuestro Señor Jesucristo
que nos ha bendecido en la persona de Cristo 
con toda clase de bienes espirituales y celestiales.
El nos eligió en la persona de Cristo
-antes de crear el mundo -
para que fuésemos santos
e irreprochables ante él por el amor.


Carta de san Pablo a los Efesios


Llena de gracia; canto del Altísimo; encumbrada en la maravilla de Dios, figura de la Iglesia que alaba a la más Pura que el sol, y siempre a la luz del “Sol que nace de lo alto” que la envuelve y la perfila nítida para  los  ojos y vida de sus hijos.
 

Envuelta su persona en el color azul de lo divino, tan ceñida de Dios que nos hace clamar con el poeta: “Señor ¡ cómo has venido azul sobre la tierra, tras tantos días oculto tras tu lluvia y tu viento”!.
 

Aurora del Esperado, María. Portadora del Dios Amor, llevado sobre sí como carga ligera: suave y amplio abrigo de protección y amparo.

 
¡Salve, Señora, Reina santa,
Madre santa  de Dios, María!
Eres Virgen hecha Iglesia,
elegida por el santísimo  Padre del cielo,
Consagrada por él con su santísimo amado Hijo 

y con el Espíritu Santo Paráclito …
¡Salve, palacio de Dios! ¡Salve, tabernáculo de Dios! 

¡Salve , casa Dios! ¡Salve, vestidura de Dios!  
¡Salve, esclava de Dios! ¡Salve, madre suya!
 

San Francisco de Asis


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