jueves, 8 de enero de 2009

SE ACABÓ LA NAVIDAD ¿QUÉ NOS QUEDA?

Sí, aún seguimos por aquí, a lo mejor pensabais que nos había dado un chungo con el atracón de gambas y otros placeres navideños... pero no, la culpa de que esto haya estado medio muerto la tienen nuestras obligaciones de hermanos responsables... Si, responsables, porque en estos días en los que casi todo el mundo celebra y se da grandes banquetes, nos encargamos de sensibilizar a la gente de la pobreza que pasan muchos otros que en estos días también quisieran celebrar con los suyos estas fiestas. Y es que, gracias a la solidaridad de muchos, hemos podido llevar a cabo nuestra campaña de Navidad, NAVIDAD SOLIDARIA, en favor de los más desfavorecidos. Gracias a vuestra generosiodad, hemos podido ayudar a más de 500 familias de Antequera con cestas de Navidad que contenían alimentos  básicos y productos navidedños. Todo fue posible con la recogida de alimentos en las puertas de los supermercados de nuestra ciudad, la colaboración de varios colegios y los donativos que muchas personas han dado. Desde aquí sólo me cabe dar las gracias a todos los que dentro de sus medios, pocos o muchos, han colaborado como cada año, especialmente  a las voluntarias/os. MUCHAS GRACIAS Y QUE DIOS OS LO PAGUE.

Nuestro  mayor deseo para el 2009 es que se acabe de una vez  esta maldita crisis, y que nos hagamos conscientes de que” no es más feliz quien más despilfarra, sino quien más comparte”, sólo de esta forma seremos más consecuentes con lo que tenemos y necesitamos, y así podremos crear una sociedad más justa y fraterna.

¡Cómo hemos disfrutado en familia, mare mía, qué ruido, que alboroto, siempre había alguien invitado. En algunos momentos hemos compartido nuestra mesa con personas de cinco o seis nacionalidades y españoles de los cuatro puntos cardinales. Eran personas que en estos días estaban solos para celebrar el Nacimiento del Hijo de Dios o amigos nuestros con los que hemos gozado compartiendo lo que somos y tenemos.

Tuvimos, como cada año la Comida de Emigrantes, una mesa de más de 200 personas, en su mayor parte emigrantes, y conforme iban llegando les haciamos un lugar. Y una paella que era como la multiplicación de los panes y los peces, o como el chicle que se estiraba. Y es que la caridad y la solidaridad realizan verdaderos milagros.

Después de la paella  y con el paladar dulce por los mantecados y los turrones y, todo hay que decirlo, un poquito alegres con los efluvios del cava y de la sidra, aunque a los hermanos musulmanes, lo único que se le pudo subir a a la cabeza fue la coca-cola, vinieron las  actuaciones de  varios espontáneos que nos mostraron la riqueza de sus países de origen.

Había gente de casi los cinco continentes, fue bastante hermoso. Y es que el mismo San Francisco de Asís invitaba a todos a celebrar el Nacimiento del Hijo de Dios; incluso a los animales, y quería que en estas fechas recibieran doble ración de pienso y las alondras y otras avecillas fueran también favorecidas con grano arrojado a los caminos, para que todos tuvieran vida y vida en abubdancia en el día en que se encarnó el Verbo de la VIDA. Dios, por su infinita bondad se hace niño pequeñito para darnos de su AMOR, y esto lo digo relamiéndome los labios, como el santo de Asís, para que todo mi ser pueda deleitarse con el AMOR DE DIOS, hecho NIÑO DE BELÉN.

Qué ilusión el día de Reyes… Sí, así es, es el día en el que niños y mayores comparten toda su alegría. En nuestro convento tuvimos el día 4 de enero la entrega de juguetes a los niños. Este año los encargados fueron la asociación motera de Antequera conocidos como “Los Monaguillos”. En sus majestuosas motos, y digo bien, majestuosas, hicieron su entrada los tres Reyes Magos de Oriente; la ilusión de los más pequeños también se reflejaba en los padres y las madres que en la puerta del convento estaban esperando la llegada que se anunciaba a lo lejos por el gran estruendo de sus máquinas. Pasamos una tarde que nadie olvidará, a base de churros y chocolate y la alegría reflejada en las caras de niños y mayores.

Qué bonitos los adornos de Navidad, las serpentinas hasta en el suelo de la cocina…, brillantina en el pelo, en la ropa... Ya recogimos todo, sólo nos queda el recuerdo, y qué hermoso es volver la vista atrás y ver tanta gente sonriendo.

En fin, qué sería la Navidad sin estas cosillas, sin COMPARTIR nuestra solidaridad con el que tenemos a nuestro lado. Para el año que viene, más, siempre si Dios quiere, sólo me queda deciros para que se mantenga en vuestro recuerdo: FELIZ NAVIDAD.

2 comentarios:

Cotis dijo...

Que preciosa Navidad la vuestra Andrés, vosotros si que supisteis poner además de vuestros calcetines en la chimenea, el calcetin mas importante , el del Niño Jesús, y además llenarlo de amor, ilusión y caridad. Por eso te quiero tanto, porque no solo de palabras vives, sino de hechos. Gracias en nombre de todos los desheredados del mundo, que aunque no todos pudieron ser acogidos, si lo fueron los mas afortunados. Te quiero mucho y Gracias a ti y a tus hermanos. ¡¡Viva Cristo!!
Marilena

Clarita dijo...

Gracias Andrés por darme la oportunidad de volver a sentirme cerca de el que siempre ha sido mi mundo, cada cosa descrita ha sido lo que me ha guiado durante muchos años y ha llenado mi vida a cada momento, deseo que todo cuanto estais construyendo, que no es poco, siga hacia delante y siga brindando vuestra ayuda y apoyo a los mas necesitados
un beso enorme Andrés y de nuevo Gracias