SI ME LEVANTARÉ, VOLVERÉ JUNTO A MI PADRE
El ayuno nos ayuda a tomar conciencia
de la situación en la que viven
muchos de nuestros hermanos.
En su Primera carta San Juan
nos pone en guardia: “Si alguno que posee
bienes del mundo, ve a su hermano
que está necesitado y le cierra sus entrañas,
¿cómo puede permanecer en él
el amor de Dios?” (3,17).
Ayunar por voluntad propia
nos ayuda a cultivar el estilo
del Buen Samaritano, que se inclina y socorre al hermano que sufre.
Al escoger libremente privarnos de algo
para ayudar a los demás, demostramos
concretamente que el prójimo
que pasa dificultades no nos es extraño.
Animo a las parroquias y demás comunidades a intensificar durante la Cuaresma
la práctica del ayuno personal y comunitario,
cuidando asimismo la escucha
de la Palabra de Dios, la oración
y la limosna.
MENSAJE CUARESMAL DEL PAPA BENEDICTO XVI
1 comentario:
que vivais la santa cuaresma con el espiritu del poberello de Asis, y apegados a la Cruz, junto a Maria la sirva fiel.
SIN APAGAR EL ESPIRITU:
Fran.
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